Traumatología y Ortopedia
Manejo de fracturas de miembro superior
La fractura es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.
Síntomas de las fracturas
- Deformación de la zona.
- Hinchazón, hematoma o sangrado en la zona afectada.
- Entumecimiento y hormigueo.
- Movimiento limitado o incapacitado.
- Fiebre: en algún caso que aparece hematoma o sobreinfección.
Tipos de fractura
Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de daño, se clasifican de la siguiente manera:
- Fractura completa: El hueso se rompe en dos partes.
- Fractura en tallo verde: El hueso se rompe pero no se separa en dos partes. Es típica de los niños.
- Fractura simple: El hueso se quiebra por una parte.
- Fractura conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.
- Fractura abierta: El hueso sobresale a través de la piel.
- Fractura cerrada: Hay rotura pero no sobresale el hueso por la piel.
Tratamiento de fracturas
Las tres opciones principales para el tratamiento de fracturas de huesos son:
- Inmovilización con férula.
- Reducción abierta y fijación interna. Requiere una operación quirúrgica para reparar la fractura. Con frecuencia se utilizan varillas de metal, tornillos o placas para reparar el hueso, los cuales se mantienen fijos, debajo de la piel, después de la cirugía. Este procedimiento se recomienda en los casos de fracturas complicadas que no se pueden realinear (reducir) con una férula, o cuando el uso prolongado de una férula no es recomendable.
- Reducción abierta y fijación externa. Requiere una operación quirúrgica para reparar la fractura y la colocación de un aparato para fijación externa del miembro fracturado. Este aparato es un marco externo que sostiene al hueso y lo mantiene en la posición correcta mientras se consolida. Por lo general, esta técnica se aplica a las fracturas complejas que no pueden repararse por medio de la reducción abierta y la fijación interna.
Es muy usual sufrir una lesión de clavícula realizando ciertos deportes o en un accidente de tráfico. Consiste en la rotura parcial o total del hueso de la clavícula que se encuentra en la parte superior del tórax, que es fundamental para mover el brazo de forma correcta.
La clavícula es un hueso con forma de S que conecta el omóplato con el esternón, que une el hombro con el tronco. En la zona de este hueso transcurren numerosas estructuras de vital importancia.
El problema es que, si no se trata de forma adecuada, puede derivar en una serie de complicaciones mayores.
CAUSAS
La fractura de clavícula puede suceder por diversos motivos:
- Una de las situaciones más frecuentes son las caídas que producen traumatismo directo sobre el hombro.
- Otra causa es cuando caemos sobre la mano extendida y el impacto se transmite hacia esta zona.
- También es frecuente observar fracturas de clavícula en un accidente de tránsito. Este tipo de lesiones suelen sufrirlas los ciclistas y los motoristas, aunque también los conductores de vehículos.
- De la misma manera, se puede asociar a una actividad deportiva, ya que en deportes como el rugby o el fútbol son usuales las caídas.
- Por otra parte, la fractura de clavícula también es común en bebés recién nacidos.
- En algunos casos, cuando el niño tiene un gran tamaño o presenta una posición inadecuada durante el parto, puede sufrir este tipo de lesión.
Las lesiones de clavícula tienen mayor incidencia en jóvenes, ya que este hueso no se endurece por completo hasta luego de los 20 años y es más frágil ante cualquier traumatismo.
TRATAMIENTOS
El tratamiento de fractura de clavícula dependerá del tipo de lesión y de las condiciones de cada paciente en particular.
Si se trata de una fractura desplazada o abierta, el abordaje suele ser más complejo. Entre los distintos tratamientos encontraremos los siguientes:
- Tratamiento no quirúrgico
Si la fractura es cerrada y los huesos se han movido muy levemente de su posición original, la lesión puede recibir un tratamiento conservador.
El tiempo de inmovilización va a depender de la edad y de la gravedad. Por ejemplo, los niños suelen curarse en menos de 6 semanas, mientras que las personas adultas pueden llegar a necesitar 3 meses.
No obstante, el tratamiento del fisioterapeuta es esencial en los resultados finales, acortando además los plazos de recuperación. - Tratamiento quirúrgico
En el caso de que la fractura de clavícula sea abierta o exista desplazamiento en los fragmentos, puede que sea necesario realizar un tratamiento quirúrgico.
También se aconseja si la clavícula se rompe en más de dos fragmentos.
La cirugía se realiza para fijar los fragmentos a través de placas o tornillos.
De esta forma, se consolida el hueso con mayor rapidez, evitando que lo haga en una posición incorrecta.
Los problemas menores en los hombros, como dolores musculares y molestias, son comunes. Los problemas de hombros a menudo se desarrollan por el desgaste diario, el uso excesivo o una lesión. También pueden ser causados por el proceso natural de envejecimiento.
Las articulaciones del hombro se mueven cada vez que mueve los brazos. Para comprender mejor los problemas y lesiones del hombro, es posible que desee obtener más información sobre la articulación del hombro en sí. El hombro es una articulación esférica. Tiene tres huesos principales: el hueso de la parte superior del brazo (húmero), la clavícula y el omóplato (escápula). Estos huesos se mantienen unidos por los músculos, los tendones y los ligamentos. La articulación del hombro tiene la mayor amplitud de movimiento de todas las articulaciones en el cuerpo. Debido a esta movilidad, es más probable que el hombro se lesione o cause problemas. La articulación acromioclavicular (AC), que se encuentra sobre la parte superior del hombro, también se lesiona fácilmente.
Los problemas de hombro pueden ser menores o graves. Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón, entumecimiento, hormigueo, debilidad, cambios en la temperatura o el color, y cambios en su amplitud de movimiento. Las lesiones de hombro ocurren con mayor frecuencia durante actividades deportivas, tareas relacionadas con el trabajo, proyectos en el hogar o caídas. El tratamiento en el hogar a menudo puede aliviar dolores y molestias menores.
LESIONES
Se puede presentar una lesión súbita (aguda) por una caída sobre un brazo estirado, un golpe directo en el hombro o una torsión o flexión anormal del hombro. El dolor puede ser repentino e intenso. Se pueden presentar moretones e hinchazón poco después de la lesión. Los nervios o los vasos sanguíneos pueden pinzarse o dañarse durante la lesión. En ese caso, el hombro, el brazo o la mano pueden sentirse entumecidos, con hormigueo, débiles o fríos, o pueden verse pálidos o azules. Las lesiones agudas incluyen:
- Moretones (contusiones). Ocurren cuando pequeños vasos sanguíneos debajo de la piel se desgarran o rompen, a menudo por un giro, un golpe o una caída. La sangre se filtra en los tejidos debajo de la piel y causa un color negro azulado que a menudo se vuelve púrpura, rojo, amarillo y verde a medida que el moretón sana.
- Lesiones en las fibras duras y correosas (ligamentos) que conectan hueso con hueso y ayudan a estabilizar las articulaciones del hombro (esguinces).
- Lesiones en las fibras duras y correosas que conectan el músculo con el hueso (tendones).
- Tirones musculares (distensiones).
- Lesiones en los nervios, como la neuropatía del plexo braquial.
- Separación del hombro. Esto ocurre cuando el extremo externo de la clavícula se separa del extremo (acromion) del omóplato debido a la rotura de ligamentos. Esta lesión ocurre con mayor frecuencia por un golpe en un hombro o una caída sobre un hombro o una mano o brazo extendido.
- Daño a uno o más de los cuatro tendones que recubren la articulación del hombro (desgarro del manguito de los rotadores). Este daño puede producirse como consecuencia de un golpe directo o por estirar demasiado el tendón.
- Huesos rotos (fracturas). Una rotura puede ocurrir cuando un hueso se tuerce, sufre un golpe directo o se usa para protegerse en una caída.
- Tirar o empujar los huesos fuera de su posición normal entre los otros huesos que forman la articulación del hombro (subluxación o dislocación).
Lesiones por uso excesivo
Es posible que no recuerde una lesión específica, especialmente si sus síntomas comenzaron lentamente o durante las actividades diarias. Las lesiones por uso excesivo ocurren cuando se pone demasiada tensión en una articulación u otro tejido. Esto sucede a menudo cuando se excede o repite una actividad. Las lesiones por uso excesivo incluyen:
- Inflamación del saco de líquido que amortigua y lubrica la zona de la articulación entre un hueso y otro hueso, un tendón o la piel. Esta inflamación se llama bursitis.
- Inflamación de las fibras duras y correosas que conectan los músculos con los huesos (tendinitis). La tendinitis bicipital es una inflamación de uno de los tendones que unen el músculo (bíceps) en la parte frontal del hueso de la parte superior del brazo (húmero) a la articulación del hombro. La inflamación generalmente ocurre a lo largo del surco (surco bicipital) donde el tendón pasa sobre el húmero para unirse justo por encima de la articulación del hombro.
- Distensión muscular.
- Hombro congelado. Esta es una afección que limita el movimiento del hombro. Puede seguir a una lesión.
- Movimientos del brazo por encima de la cabeza. Pueden hacer que los tendones rocen o raspen una parte del omóplato llamada acromion. Este frotamiento o raspado puede provocar abrasión o inflamación de los tendones del manguito de los rotadores. (Esto también se llama síndrome de pinzamiento).
El dolor en el codo y en la parte superior del brazo se debe a una lesión o tensión en la articulación del codo, los ligamentos (conectan los huesos entre sí), los tendones (conectan el músculo con los huesos), los músculos y los huesos del brazo.
La mayoría de los dolores en el codo y en el brazo se producen por el desgaste de la articulación debido al envejecimiento o a los movimientos repetitivos o la sobreextensión durante la práctica de deportes, la actividad física o las tareas físicas en el trabajo. Los síntomas de las lesiones de codo dependen de la causa, pero pueden incluir dolor y sensibilidad en la parte interna del codo, rigidez, entumecimiento, hormigueo y debilidad. Los problemas frecuentes del codo incluyen los siguientes:
- Lesiones del cartílago: daño al tejido que cubre la superficie del hueso.
- Bursitis del codo: inflamación dolorosa.
- Fracturas o dislocación del codo: los huesos se rompen o se salen de su lugar.
- Epitrocleítis: dolor desde el codo hasta la muñeca en la parte interior del codo.
- Codo de las ligas menores: dolor en la parte interna del codo causado por un lanzamiento excesivo.
- Compresión, daño o pinzamiento de los nervios: compresión de las estructuras óseas o de partes blandas durante ciertas actividades, como estirar el brazo y la mano.
- Artrosis: desgaste degenerativo de la articulación.
- Artritis reumatoide: trastorno articular inflamatorio crónico (continuo).
- Tendinitis o inflamación: se produce por una distensión o rotura de los tendones, como una lesión del tendón del bíceps (músculo de la parte superior del brazo), o una rotura del tendón distal del bíceps.
- Epicondilitis: dolor desde la parte exterior del codo hacia el antebrazo y la muñeca.
- Esguince del ligamento colateral cubital: desgarro de uno de los ligamentos en el lado interno del codo.
Un esguince muscular es una lesión (desgarre parcial) que daña la estructura interna del músculo. El desgarre podría ser tan pequeño que sólo puede ser visto con un microscopio. O bien, el desgarre podría ser lo suficientemente severo para provocar sangrado interno y causar que algunas fibras musculares se vuelvan más largas. Si las partes dañadas del músculo en realidad se separan una de otra, se llama ruptura muscular.
El esguince muscular del antebrazo es el resultado del esfuerzo físico sobre los músculos que permiten que usted extienda y flexione sus brazos y manos. Esto es común entre atletas y personas cuyos empleos requieren que hagan pequeños movimientos con las manos.
Causas
Un esguince muscular en el antebrazo es provocado por la tensión o esfuerzo aplicado sobre el músculo que no puede soportar. Puede ocurrir de muchas formas:
- Es posible que el músculo no esté preparado para un esfuerzo repentino.
- La tensión podría ser demasiado intensa para que el músculo la soporte (p. ej., levantar un peso que sea demasiado pesado para usted).
- El músculo se usa demasiado en un mismo día.
Síntomas
Si usted tiene alguno de estos síntomas, no asuma que se debe a un esguince muscular del antebrazo. Estos síntomas podrían ser causados por otras afecciones. Informe al médico si presenta alguno de los siguientes síntomas:
- Dificultad para flexionar sus dedos o muñeca, o dolor al estirar los dedos o muñeca
- El área está sensible y adolorida
- Espasmos musculares
- Hinchazón